
Vivir el momento, estar presentes, observar el instante, apreciar la belleza de los pequeños detalles que nos rodean.
Este colgante nació hace unos años con la intención de que sirviera como recordatorio de lo que realmente importa.
Lo que vino después para mi es simplemente mágico. Se convirtió en un talismán, un protector, un objeto especial... para las personas a las que ha ido llegando.
Ahora vuelve renovado, hecho con cerámica cocida y esmaltes.
Cada uno de ellos es único y está cargado de una fuerza y significado muy especial.
Montado con cadena de acero de eslabón pequeño.