Al ver esta piedra recordé las flechas que tenía mi hermano cuando era pequeño. Le encantaban los indios y se solía disfrazarse y hasta pintarse la cara.
Algunas cosas parecen olvidadas hasta que por alguna u otra razón, la memoria nos las trae de nuevo.
Este collar nada tiene que ver con todo aquello, pero la energía de los buenos recuerdos está en él y ojalá te acompañe creando nuevas y maravillosas vivencias.
Madera, Ágata, acero y Ónix.
Mide 22cm y es una pieza única.